¡AY AMOR!

¡Ay Amor!

Que robándonos el sueño...

constantemente nos haces soñar.

¡Ay Amor!

Que a veces serenas el alma

y otras veces... nos robas la paz.

¡Ay Amor!

Que a veces eres dulce como la miel,

y otras veces... más amargo que la hiel.

¡Ay Amor!

Que nos tienes prisioneros a tu merced,

adueñándote poco a poco de todo el ser.

¡Ay Amor!

Que aún haciéndonos felices...

nos haces también padecer.

¡Ay Amor!

Nos sentimos tan pobres...

cuando no te podemos tener.

¡Ay Amor!

Que a veces brotas como el agua en el manantial

y como río abajo, te dejas llevar hasta fundirte con el Mar.

¡Ay Amor!

¡Bendito Amor! que te instalas en el alma

para poder en tu nombre... amar.

¡Ay Amor!... ¡Ay Amor!...

Permanece eternamente... inundando

de dulzura y paz... mi corazón.

Deja que siempre, lleno de Amor... tu corazón se siente...  Y como las notas de una dulce melodía, podrás escuchar como te canta el Amor... día tras día.

Mª  Carmen

(Septiembre 2004) ©