A SOLAS...

Contemplando serenamente

cómo agoniza la tarde,

y el Sol, lentamente...

se empieza a esconder.

Cómo el Cielo se torna rojizo

y un viento cálido y suave...

dulcemente me acaricia la piel.

En la paz y serena quietud

que regala el Ocaso del día,

sufro siempre, en mí la agonía,

si no te veo junto a mi.

Y siento fuertemente vida mía,

que no hay Amor más puro...

que el que día, tras día...

constantemente siento por ti.

Sabes que te quiero...

Que siempre te querré...

Que tu Amor llevo impregnado

por cada poro de mi piel.

Que mi mente constantemente

va escribiendo tu nombre,

cubriéndome con él todo el ser.

Y mis labios dulcemente

te van nombrando siempre,

sintiendo así, un dulce placer.

Y llevo en mis ojos tu imagen

haciendo así, que tu recuerdo...

nunca se pueda de mi desvanecer.

Y en lo más hondo de mi alma

llevo impregnado el sentimiento...

del más profundo querer.

Y eternamente mi corazón,

siempre al tuyo encadenado

siente con profundo ardor,

cómo vive constantemente enamorado...

y... enlazado siempre con tu AMOR.

Siempre sentirá mi corazón cómo late junto al tuyo, encadenados por Amor.

Mª Carmen