La pintura triste

Había un niño que se llamaba Dany, al que le gustaba mucho dibujar y pintar.

Él no sabía que uno de sus lápices de colorear estaba muy triste.

Era... el lápiz de pintura blanca, que se encontraba siempre solo en la caja, mientras Dany empleaba los otros colores para colorear sus dibujos.

El lápiz de color blanco se sentía muy mal porque todos los demás se reían de él.

- ¡No te da vergüenza!, ¡no sirves para nada!, ¡ja, ja!. Nosotras en cambio, damos color a todos los dibujos que hace Dany.-

Pero un día sucedió una cosa horrible...

Un amigo de Dany entró en la habitación y empezó a sacar punta a todos los lápices de colores que estaban esparcidos en la mesa y... ¡oh! quedaron tan, tan pequeños, que ya no servían para pintar.

Cuando llegó Dany y los vio, se enfadó mucho con su amigo, porque ese mismo día tenía que hacer un dibujo para el colegio.

No sabía qué hacer hasta que vio el lápiz de pintura blanca dentro de la caja, y entonces tuvo una idea...

Dany cogió una cartulina negra y la pintura blanca, e hizo un dibujo muy bonito de un paisaje de invierno con montañas y caminos llenos de nieve.

El lápiz de pintura blanca estaba muy contento mientras que los demás colores, no se atrevían a mirarlo porque estaban avergonzados por haberse reído siempre de él.

Ahora el lápiz de pintura blanca, era el único que podía emplear Dany, porque las demás, estaban tan pequeñitos que no servían para pintar.

Fin

Recuerda que... no hay ningún color que sea más importante que otro.