EL CONSEJO DE LOS RATONES

En Ratópolis se presentó un enorme gato que perseguía sin piedad a todos los habitantes de la comarca.

los ratones, desesperados, se reunieron en un consejo para ver cómo solucionar el asunto.

El elocuente Roequeso propuso atarle un cascabel al forastero, de esa manera lo oirían llegar y podrían protegerse de sus ataques.

Todos estuvieron de acuerdo con Roequeso; su idea era genial.

-¿Y quien será el encargado de ponérselo?- preguntó el presidente del consejo.

-Yo soy corto de vista- alegó uno.

-Y yo muy viejo- dijo otro.

Y así, uno a uno, todos se disculparon ante el consejo.

"Opinar es fácil, lo difícil es actuar"

(La Fontaine)