El ratón campestre y el cortesano

Un ratón campesino tenía por amigo a otro de la corte, y lo invitó a que fuese a comer a la campiña. Más... como tan sólo podía ofrecerle trigo y yerbajos, el ratón cortesano le dijo:

- ¿ Sabes amigo, que llevas una vida de hormiga ? En cambio yo... poseo bienes en abundancia. Ven conmigo y a tu disposición los tendrás.-

Partieron ambos para la corte.

Mostró el ratón ciudadano a su amigo, trigo y legumbres, higos y queso, frutas y miel.

Maravillado el ratón campesino, bendecía a su amigo de todo corazón y renegaba de su mala suerte.

Dispuestos ya a darse un festín, un hombre abrió de pronto la puerta. Espantados por el ruido los dos ratones se lanzaron temerosos a los agujeros.

Volvieron luego a buscar higos secos, pero otra persona incursionó en el lugar, y al verla, los dos amigos se precipitaron nuevamente en una rendija para esconderse.

Entonces el ratón de los campos, olvidándose de su hambre, suspiró y dijo al ratón cortesano:

-- Adiós amigo, veo que comes hasta hartarte y que estás muy satisfecho, pero... es al precio de mil peligros y constantes temores. Yo, en cambio, soy un pobretón y vivo mordisqueando la cebada y el trigo, pero... sin congojas ni temores hacia nadie.

Es tu decisión escoger el disponer de ciertos lujos y ventajas que siempre van unido a congojas y sobras, o vivir un poco más austeramente pero con más serenidad.