EL TESTAMENTO DEL LABRADOR

Un labrador a punto de morir les dijo a sus hijos:

-Os dejo toda mi fortuna enterrada bajo nuestras viñas.

Cuando la queráis dividir, allí debéis buscarla.

Cuando el padre falleció, los hermanos se repartieron las viñas y empezaron a cavar buscando la fortuna, pero no la hallaron.

A los pocos meses, gracias a lo mucho que cavaron, las viñas dieron más fruto que nunca y así entendieron que esa era la fortuna que les había prometido su padre.

"El mejor tesoro es el trabajo de cada día"

(Esopo)