LA ZORRA Y EL CUERVO

Tras haber robado un trozo de queso en el mercado, un cuervo voló hasta la rama de un árbol dispuesto a saborear tan exquisito manjar.

Una zorra que pasaba por allí, al ver el queso se dispuso a conseguirlo.

-¡Qué hermoso eres!- dijo la zorra al cuervo. 

Tienes el plumaje más lustroso de todo el reino animal. 

¡Lástima que cuando cantes tengamos que taparnos los oídos! Tu voz es tan espantosa que al oírla dan ganas de llorar.

-¡Qué dices! ¡Ahora verás lo bien que canto!- replicó el cuervo.

Y, al abrir la boca para graznar, dejó caer el queso, que era justamente lo que estaba esperando la zorra.

"No respondas a la provocación de los malvados si no quieres salir malparado"

(La Fontaine)