Caminaban dos hombres plácidamente en compañía.
Habiendo encontrado uno de ellos un hacha, el otro dijo:
-Hemos encontrado un hacha.-
-No digas- repuso el primero -"hemos encontrado", sino, di más bien "has encontrado".-
Instantes después fueron alcanzados por el hombre que había perdido el hacha; y el que la llevaba, al verse perdido, dijo a su compañero:
-Estamos perdidos.-
-No digas- replicó éste -"estamos perdidos", sino, di más bien: "estoy perdido", porque cuando encontraste el hacha no me has admitido como parte en tu hallazgo.-
Si no estamos dispuestos a compartir nuestros éxitos, tampoco esperemos que nos soporten en la desgracia.
(Esopo)