DOS REMOS


Un viajante iba caminando por los márgenes de un gran río. Su objetivo era llegar a la otra orilla. Suspiró profundamente mientras intentaba fijar la mirada en el horizonte.

La voz de un hombre de edad, un barquero, quebró el silencio, ofreciéndose para transportarlo.

El pequeño barco, era bastante viejo, y estaba proveído de dos remos de roble.

Los ojos del viajante percibieron lo que parecían ser letras en cada remo. Al colocar los pies dentro del barco, observó que eran dos palabras. En uno de los remos, estaba escrito Creer y en el otro, Actuar.

Curioso, el viajante, preguntó la razón de aquellas palabras escritas en los remos.

El barquero entonces cogió el remo llamado Creer y comenzó a remar. El barco comenzó a dar vueltas sin salir del lugar en el que estaba. Enseguida, cogió el remo llamado Actuar y comenzó a remar. Nuevamente el barco giró en sentido opuesto, sin ir adelante.

Finalmente, el viejo barquero, cogiendo los dos remos, remó con ellos simultáneamente, y el barco, entonces, impulsado por ambos lados, navegó a través de las aguas, llegando al otro lado del río.

Entonces, el barquero dijo al viajante:

-Este puerto se llama autoconfianza. Es preciso Creer y también Actuar para que podamos alcanzarlo".-
 

Para ti navegante que, a través de éstas conexiones, vas a cualquier puerto... y desembarcando... te vas empapando de lo que en él vas encontrando. Gracias por desembarcar en "mi puerto" virtual, o sea... mi Web.  Deseo que todo lo que aquí halles, te ayude a reflexionar.

Desde ésta ventana abierta a tod@s, te deseo feliz día. Un beso. Mª Carmen