PORQUE SON TUS OJOS VERDES, TE QUEJAS

Xll

Porque son, niña, tus ojos

verde como el mar, te quejas;

verdes los tienen las náyades,

verdes los tuvo Minerva,

y verdes son las pupilas

de las hurís del profeta.

El verde es gala y ornato

del bosque en la primavera.

Entre sus siete colores,

brillante el iris lo contenta.

Las esmeraldas son verdes,

verde, el color del que espera,

y las ondas del Océano,

y al laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana

rosa de escarcha cubierta,

en que el camino de los pétalos

se ve al través de las perlas.

Y, sin embargo,

se que te quejas

porque tus ojos

crees que la afean.

Pues no lo creas;

que parecen tus pupilas,

húmedas, verdes e inquietas

tempranas hojas de almendro,

que al soplo del aire tiemblan.

En tu boca de rubíes

purpúrea granada abierta,

que en el estío convida

a apagar la sed en ella.

Y, sin embargo,

se que te quejas

porque tus ojos,

crees que la afean.

Pues no lo creas;

que parecen, si enojada

tus pupilas centellean.

Las olas del mar que rompen

en las cantábricas peñas.

En tu frente que corona

crespo el oro en ancha trenza,

nevada cumbre en que el día,

su postrera luz refleja.

Y, sin embargo

se que te quejas

porque tus ojos

crees que la afean.

Pues no lo creas;

que entre las rubias pestañas,

junto a las sienes, semejan

broches de esmeralda y oro

que un blanco armiño sujetan.

Porque son, niña, tus ojos

verdes como el mar, te quejas;

quizá si negros o azules

se tornasen, lo sintieras.

Xlll

Tu pupila es azul, y cuando ríes,

su claridad suave me recuerda

el trémulo fulgor de la mañana

que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul y cuando lloras,

las transparentes lágrimas en ella

se me figuran gotas de rocío

sobre una violeta.

Tu pupila es azul, y en el fondo

como un punto de luz radia una idea.

me parece en el cielo de la tarde

¡una perdida estrella!

XXl

"Qué es poesía"?, dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

"¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?

Poesía... eres tú."

XXll

¿Cómo vive una rosa, que has prendido

junto a tu corazón?

Nunca hasta ahora contemplé en la tierra

sobre el volcán una flor.

XXlll

Por una mirada un mundo;

por una sonrisa un cielo;

Por un beso... ¡yo no sé!

qué te diera por un beso.