EL PINTOR Y EL CUADRO

Había una vez un importante pintor que expuso su última obra en una exposición.

Al acto de la inauguración asistieron muchas personas, y todas las autoridades locales. La sala estaba llena de fotógrafos, periodistas... etc.

Llegó el momento de quitarle el lienzo que lo cubría y presentar el cuadro.

Era una impresionante pintura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía estar vivo, tenía el oído puesto en la puerta, parecía querer oír si dentro de la casa alguien le respondía.

Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte.

Una persona muy observadora, encontró un fallo en el cuadro.

 Se dio cuenta que... "La puerta carecía de cerradura".

Con timidez, pero, con cierta valentía le preguntó al artista. -"Su puerta no tiene cerradura" Acaso se le olvidó pintarla? ¿Cómo se podrá abrir? ¿Cómo se podrá entrar?-

El pintor, con una leve sonrisa en los labios le respondió... -Cierto, no tiene cerradura, no se la pinté, porque esa puerta, significa el corazón del hombre, y...  "Sólo se abre desde dentro".

Sobran las palabras para comprender al pintor verdad?

Abre tu corazón, solamente tú puedes hacerlo, pues... Se abre desde dentro, recuerdas?

Yo lo abro para ti.

¡¡Feliz día!! Un abrazo. Mª Carmen