COLORES

 

¡Que hermosos están los cielos!

¡Qué bonita la mañana!

¡Cuánta frescura en el campo!

¡Cuánta alegría en el agua!

Corre, corre, mi caballo,

por la veredita blanca,

que bien sabes el camino

donde te guían mis ansias.

No te pares junto al bosque

ni en las frescas enramadas,

hijas del arroyo claro

que de la colina baja.

Sigue, sigue por la senda

que a los dos lados derrama

campos verdes con adornos

de amapolas coloradas.

Ya pasan los olivares.

Ya la vereda se acaba...

...Y, entre las hojas tejidas,

de lejos se ve la casa.

¡Qué hermosos están los cielos!

¡Qué bonita la mañana!

¡Cuánta frescura en el campo!

¡Cuánta alegría en el agua!

(Manuel Machado)