¡¡MIRA EL CIELO!!

El joven buscó al anciano en todas partes y finalmente lo descubrió cerca del río. Éste estaba tumbado y como en éxtasis mirando al Cielo.

-"¿Qué haces?" -  le preguntó preocupado el muchacho.

-"Observo la Naturaleza" -  repicó el anciano.  -"Siento el Sol... escucho el sonido del agua y... veo las nubes"-.

-"¿Y por qué haces esto?" -  quiso saber el muchacho.

-"Porque es  la  mejor  manera  de  eliminar  el  polvo interior" -   fue la respuesta.

-"Me temo que no lo entiendo" -  dijo el muchacho.

El hombre se levantó, respiró profundamente y declaró:

-"Cada ser humano lleva dentro de sí una gran sabiduría,  pero nadie encuentra este viejo tesoro ya que está cubierto  por montañas de sufrimiento. Pero cuando uno aprende a  eliminar los escombros de la aflicción y del dolor,  las nieblas se levantan y se puede ver cómo brilla el tesoro de la  luz del Sol eterno. Las heladas lágrimas de la vida  desaparecen y  la sabiduría y la bienaventuranza despertarán"-.

Después de unos instantes de silencio, instó al muchacho:

-"¡Mira al Cielo! ¿Puedes ver el Sol?"-

-"No," -  repuso el muchacho -  -"no veo más que nubes"-.

-"¿Y dónde está el Sol?" - insistió el anciano.

-"Está detrás de las nubes" -  fue la respuesta.

Entonces el hombre explicó:

-"Incluso cuando las nubes ocultan el Sol, no son capaces de retener su luz y calor. Considera ahora a las nubes como los escombros y al Sol como la sabiduría"-.

¡¡Mira al cielo!! ¡¡Mira en tu interior!! y a pesar que hayan densas nubes, deseo que siempre... puedas lograr ver el Sol.

Un abrazo Mª Carmen